Año: 1969
Rating: ▲▲▲▲▲
Canción favorita: "Let It Bleed"
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Canción favorita: "Let It Bleed"
Disco definitivo del 69. Y es que este disco consigue registrar la oscuridad y decadencia de una gloriosa época en la historia de la música.
El rock que germinaría como una plataforma para la expresión juvenil y la necesidad de cambio se convertiría en una manifestación cultural y artística a mediados de las segunda mitad de los sesenta, detonando a su máxima cúspide tras la psicodelia y el abuso de sustancias alucinógenas, estamos en 1969, y las cosas sobrepasaron todo límite.
El verano del amor se fue y dio comienzo al 69 con sorpresivos acontecimientos como la disolución de los Beatles, la separación de Hendrix de su manager Chandler, la muerte de Brian Jones, el festival de Woodsock los conflictos sociales por los derechos civiles tras la muerte de Martin Luther King, y las tumultuosas manifestaciones contra la guerra de Vietman que culminaría fatídicamente junto con el alma libre de los sesenta en Altamont a manos de unos incontrolables Stones, quienes víctimas de sus propios excesos, que tras evocaciones demoniacas de sus trabajos predecesores jamás se imaginarían lo que el destino les tendría preparado.
El rock que germinaría como una plataforma para la expresión juvenil y la necesidad de cambio se convertiría en una manifestación cultural y artística a mediados de las segunda mitad de los sesenta, detonando a su máxima cúspide tras la psicodelia y el abuso de sustancias alucinógenas, estamos en 1969, y las cosas sobrepasaron todo límite.
El verano del amor se fue y dio comienzo al 69 con sorpresivos acontecimientos como la disolución de los Beatles, la separación de Hendrix de su manager Chandler, la muerte de Brian Jones, el festival de Woodsock los conflictos sociales por los derechos civiles tras la muerte de Martin Luther King, y las tumultuosas manifestaciones contra la guerra de Vietman que culminaría fatídicamente junto con el alma libre de los sesenta en Altamont a manos de unos incontrolables Stones, quienes víctimas de sus propios excesos, que tras evocaciones demoniacas de sus trabajos predecesores jamás se imaginarían lo que el destino les tendría preparado.
La atmósfera se pone tensa, una afligida juventud alejada de la inocencia del 67 y de los ideales de paz y amor del 68 se enturbece en la confusión y el desconcierto del 69, y los Stones capturan toda esta sensación de perdición y autodestrucción en la árida y desoladora atmósfera de “Gimme Shelter”, uno de los más emblemáticos temas que pide a gritos auxilio ante una realidad utópica y caótica.
El disco además reviste su oferta previamente revisada en su predecesor “Beggarrs Banquet” mostrándonos su acertado enfoque por las raíces americanas del rock como en el country de la fulminante versión de “Love Is Vain”; y la estupenda “Country Honk” con soberbio solo de violín; y la apasionante “You Got The Silver” con un impecable Keith Richards a la voz dotando al corte de sensibilidad humana y fragilidad emocional.
Pero es “Let It Bleed” definitivamente la mejor pieza de este disco; sus mágicas teclas y su embriagante atmósfera aderezada con mordaces textos de inspirada lírica que juega con el morbo y los placeres mundanos.
El disco no puede culminar mejor, “You Can't Always Get What You” comienza con acongojantes coros de ángeles ten un fondo celestial que ilumina los sentidos con su desconcertante calma y paz, para luego recaer con sutileza a espacios terrenales en ese solo de cuerno francés, y un Jagger nos recibe cantándonos que no siempre se puede obtener lo que uno quiere, pero si lo intentamos talvez si lo podamos; armándose con una festiva y jubilosa pieza de pop-rock culminando con gran acierto la parte final del disco, acelerando el tempo en su parte final en una atmósfera que llega a su clímax de intensidad en la vertiginosa parte final de reflexiva sonoridad musical.
Pero es “Let It Bleed” definitivamente la mejor pieza de este disco; sus mágicas teclas y su embriagante atmósfera aderezada con mordaces textos de inspirada lírica que juega con el morbo y los placeres mundanos.
El disco no puede culminar mejor, “You Can't Always Get What You” comienza con acongojantes coros de ángeles ten un fondo celestial que ilumina los sentidos con su desconcertante calma y paz, para luego recaer con sutileza a espacios terrenales en ese solo de cuerno francés, y un Jagger nos recibe cantándonos que no siempre se puede obtener lo que uno quiere, pero si lo intentamos talvez si lo podamos; armándose con una festiva y jubilosa pieza de pop-rock culminando con gran acierto la parte final del disco, acelerando el tempo en su parte final en una atmósfera que llega a su clímax de intensidad en la vertiginosa parte final de reflexiva sonoridad musical.
Señores, los sesenta se acabaron, mas su alma y su pasión quedarán inmortalizados por la eternidad en los maravillosos trabajos que se grabaron en esta gloriosa época del rock.
Texto: Pol (Stone.emo)
Siguelo en su sitio oficial de crítica y revisión de discos clásicos que han escrito la historia del rock:
www.stonemo.blogspot.com
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