No vienen montados a caballo, ni en
naves espaciales; no hay robots ni escenarios fuera de este mundo,
tristemente la pesadilla no es producto de ninguna fantasía, el
planeta se consume y se destruye a si mismo.
No todo esta perdido, el amor tambien
encuentra su espacio y la esperanza vivirá en los suficientemente
fuertes para sobrevivir.
„Supremacy“ es como su nombre lo dice, suprema. El disco abre con petardo, crudas guitarras, que acompasadas por una marchante bateria y una fastuosa orquestación nos sumergen en el apocaliptico escenario sobre el cuál se inspira esta: Segunda Ley.
„Supremacy“ es como su nombre lo dice, suprema. El disco abre con petardo, crudas guitarras, que acompasadas por una marchante bateria y una fastuosa orquestación nos sumergen en el apocaliptico escenario sobre el cuál se inspira esta: Segunda Ley.
„Madness“ y „Survival“
son el combo con el que se aseguran las primeras miles de copias
vendidas. Sin duda Muse ha encontrado la formula,
sin embargo, a pesar de que ninguna de las dos desmerece, no creo que
pasen de ser exitos radiales. La primera, un electro/pop con brutal
tendencia a U2 y un buen cierre que le pone una acertada carga
de emoción. El sobrio y efectivo solo de guitarra de Matt Bellamy
me recuerda mucho el fraseo tan caracteristico que definiera el
estilo del legendario Brian May de Queen.
„Panic Station“ por
ínverosimil que parezca, nos remite por momentos a unos RHCP
en la epóca del Blood Sugar Sex Magic. Sin duda los
tres musicos una ves dan una muestra de versatilidad y nos hacen
tragar el anzuelo.
„Animals“ es soberbia, parece seguir la misma linea de experimentación sin perder jamás el hilo ni el sentimiento. Crece y crece, nos envuelve y nos angustia. Al final, enardecidos gritos, punto frenético.
“Save Me“ y „Liquid State“ son otro pár que se tienen que manejar aparte. Escritas por el bajista de la banda, Chris Wolstenholme, vienen a romper en parte con el estigma de la dictadura suprema del cantante. „Save Me“ es de un arte progresivo bastante ligero y disfrutable, cálida y rica en armonias. Del mismo corte pero a mayor revolución se aprecia „Liquid State“, rabiosa y escabrosa composición en la que también las vocales corren a cargo del autor.
El cierre es de pelicula, y esque The 2nd Law en sus dos capitulos: „Unsustainable“ e „Isolated System“, bien podrian musicalizar alguna cinta en la que el futuro de nuestro planeta se ve amenazado. Sin embargo para nuestra desgracia, el dantesco cuadro que nos pintan los sonidos de estas piezas es real.
Con su sexta placa Muse parece completar una trilogía comercial que comenzará con Black Holes And Revelations y continuara con The Resistance. No hay lugar para complacencias y debilidades, el futuro esta aquí, la cátarsis comienza y los de Devon anuncian que el apocalipsis cuenta con una banda sonora.
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