Fastuoso y opulento, todo un deslumbrante trabajo, pretencioso en su majestuosidad, los Moody Blues varíando su orientación a un pop orquestal de corte épico influenciado claramente por el "Sgt. Pepper" (aunque apunta en otra dirección) y por la psicodélia sesentera; elaboran junto con la London Festival Orchestra suntuosos cortes extensos que nos envuelven en sus fascinantes pasajes orquestales que contrastan con la variante orientación que toma el disco, mezclando tanto pasajes rock, pop, barroque, retazos de psicodelia, todo con agudo cuidado melódico dando así un contundente trabajo conciso y sólido.
Este trabajo conceptual nos conduce por sus enolventes surcos a lo largo de paisajes sonoros coloridos, cálidos, intrigantes, deleitantes. Un fascinante festín sonoro que comienza con "The Day Begins", pieza que conglomera en sus cinco minutos lo que ofrece el resto del trabajo. Algo extensa, densa en su fondo de violines. Preambulo de "Dawn: Dawn Is A Feeling", un apasionantes corte de enfoque dramático y envolvente textura sonora. A destacar los últimos 60 segundos que van como puente para el siguiente corte; la pomposa "The Morning: Another Morning", una deliciosa pieza de baroque pop de dulces flautas, hermosos arreglos corales, gloriosa melodía, una delicia par los oidos. Le sigue "Lunch Break: Peak Hour", a tempo acelerado toma algunos de los pasajes de los primeros cortes como intro para conectar con la segunda parte, una pieza rock de cierto aire surf (algo de aroma beachboyero). De intensa e irresistible sección rítmica; resulta sumamente acertada su breve intro que aumenta la velocidad como preambulo a este ávido corte. Un recurso muy bien pensado.
"The Afternoon: Forever Afternoon" retoma la calma en un apasionante corte de celestiales arreglos corales y facturas vocales. Gloriosa en su fondo instrumental, presenta esa hermosa sección en la parte final "Evening, time to get away..." y aires festivos. Muy sorbesaliente corte.
Lo más exótico resulta ser "Evening: The Sun Set: Twilight Time", un soberbio corte de querencia psicodélica, delirante por su singular percusión acompañada de violines y flautas. En esa melodia vocal oriental presenta una muy bien elaborada segunda parte de cascadas corales. El fenomenal trabajo culmina con la apasionante "The Night: Nights In White Satin" que enaltece lo previamente visto en un majestuoso corte de siete minutos. Final apoteósico de este inmortal trabajo que extasia en su exhuberancia sonora y en su copiosidad histriónica.
Texto: Pol (Stonemo). Siguelo en su blog oficial dedicado a los discos que han cambiado la historia del rock:
stonemo.blogspot.com
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