jueves, 29 de marzo de 2012

"Hay de guitarristas a GUITARRISTAS".


Comenzaré esta nota aclarando dos puntos:

Desde hace tiempo he tenido la idea de comenzar a compartir con ustedes, de la manera que lo hemos venido haciendo con las resenas de Pol (Stone.emo), notas y artículos sobresalientes y de gran interes para todos aquellos que amamos la música, ya que, considero que no muchos consultamos las mismas fuentes y muchas veces nos perdemos de material de gran valor.

Hasta ahí el punto uno, el número dos es que hoy mientras observaba e intentaba seguir atónito y un tanto confundido el video de dos músicos maestros del "shred" (llamese a la manera virtuosa y desenfrenada en que un guitarrista machaca su instrumento a una velocidad más rápida que la vista), me di cuenta de que... pasa el tiempo y si de joven, como músico, eso nunca me atrajo ni me impresiono, ahora menos.

Lo cuál me llevo a recordar algo que leí alguna ves en un blog y que aquí les reproduzco de manera integra.

Prometo ponerme a trabajar en una lista donde yo comparta mi propia lista de guitarristas, mientras tanto, que les sea amena y altamente contructiva esta lectura.

Nota: The Music Basement no comparte (todas) las opiniones del autor del texto y tampoco apoya ninguna campana política. Ningún ser vivo fue torturado o lastimado durante la redacción de esta nota.



"Hay de guitarristas a GUITARRISTAS" por Lane Coutell

Cuando era niño, siempre desee ser caricaturista. Mi meta en la vida era trabajar en animación y siempre creí que terminaría estudiando algo afín. No lo hice…a veces las fantasías infantiles son tan inocentes que cuando uno crece, se ven muy lejanas y se tornan bochornosas, sin embargo, conozco a muchas personas que de jóvenes querían ser guitarristas. Era más sencillo impresionarse con algún músico que salía en la televisión que con un desconocido, que se dedicaba a hacer simples dibujos. Recuerdo que todos respetaban a Slash. ¿Que lo hacía tan atrayente? Nunca lo entendí, nunca me gustó Guns & Roses, nunca fui fan de Metallica y nunca escuché a Pantera. En la secundaria, el bully en turno, me molestaba por escuchar a Björk; la música para hombres era la de los Stone Temple Pilots, Alice in Chains, Primus, Rage Against the Machine, etc.

Cuando crecí un poco, me interesó tomar una guitarra, simplemente por que quería tocar una canción: Ana’s song de Silverchair. Yo nunca intenté dominar solos infinitos ni crear riffs pesados, tampoco quería cantar frente a todo el salón de clases No Rain de Blind Melon, What’s Going on de 4 Non Blondes o Save Tonight de Eagle Eye Cherry, solo amaba tanto una canción, que deseaba hacerla mía y de nadie más. Ahí empezó mi compleja relación con el instrumento.

Siempre asumí que no era bueno, por lo que ni siquiera me molesté en intentar sonar como Jimmy Page y mientras pasaban los años, empecé a cuestionarme si fallaba meramente por predisposición y no por capacidad. Mucho tiempo me pregunté que hace ser grande a un guitarrista. Al final no hay respuestas objetivas.

Vivo muy cerca de Fermatta y conozco a gente que estudia o estudió ahí. No quiero generalizar, pues cada persona es un universo distinto pero parece que el currículo de esa institución, está basado en la persecución de ambiciones fálicas por medio de herramientas, que por casualidad o no, sirven para crear música y la actitud de individuos relacionados con ese medio académico, es muy parecida: intentar impresionar por sus ilimitados recursos técnicos pero que de algún modo son carentes de imaginación pues son apartados de ella, en dicho proceso. Dominar un instrumento, no se trata de tocar cientos de notas a una velocidad infrahumana, eso solo es indicador, de que tal vez se goce de una masturbación un poco más satisfactoria que el promedio de las personas pero en realidad ¿yo que puedo saber sobre el placer ajeno?

Mientras pasaban los años, más aborrecía a Satriani, Petrucci y de paso a sus seguidores. Desarrollé un gusto por aquellos guitarristas que en base a sutilezas, creaban un estilo propio, aquellos que dentro de un instrumento tan predecible, podían crear nuevas maneras de interpretarlo. El ser guitarrista para mi, significa romper esquemas.

El Top 10 de guitarristas.

Evidentemente mi selección de los mejores guitarristas de la historia, se adecua a mi muy particular forma de concebir al arte y entiendo que existan precursores, que ni siquiera tengo que nombrar pues su trabajo es de antemano reconocido, por lo que me limitaré a hablar de quienes para mí, reúnen ciertas características dignas de respeto.

Graham Coxon – Blur

Mi héroe personal, reservado y sutil. Agresivo donde debe de serlo y puntual en sus ingeniosos arreglos. Desde sus primeras grabaciones se puede apreciar su distintiva genialidad. Sin el Blur solo es una banda buena, no sublime. Congruente con su sonido desde un inicio y consistente en su ejecución en vivo, para mi Graham representa todo lo que un buen guitarrista debe de ser.

Johnny Marr – The Smiths

Puede tocar 3 simples acordes pero los arregla de tal manera que suenan únicos, su sonido metalico y directo es demasiado complejo para ser emulado por cualquiera. La mayor parte de su trabajo es bastante imaginativa, cosa que admiro en un guitarrista. Ni siquiera importa que haya tocado en los fastidiosos The Cribs. El mejor complemento para la voz de Morrissey…y eso es difícil de encontrar.

John Squire – The Stone Roses

Contemporáneo de Johnny Marr, el punto más atractivo en su participación con los Stone Roses, era la manera que tenía para arpegiar y llenar ciertos espacios: limpio, definido, cristalino, sin error. También posee la capacidad de impregnar una canción con mucha fuerza y emoción y nunca contraponerse a la delicadeza que puede desplegar sin dificultad.

Jonny Greenwood – Radiohead

En sus inicios era bastante agresivo pero aprendió a mediar su fuerza y se redefinió recomo un innovador. Influido por jazz y música electrónica, su entendimiento del instrumento es ajeno a cualquier convencionalismo o cliché pasado. La atención al detalle y su manejo de cualquier efecto que pueda aderezar a la guitarra es impecable.

John McGeoch – Magazine, Siouxie & The Banshees

El ídolo desconocido, la figura carente de reconocimiento masivo pero cuyo sonido influyó a más de una escena. Propositivo y directo, obvió que tocaba música punk y logró darle un matiz más serio, menos cavernícola o rudimentario, sin perder dirección ni fuerza.

Robert Quine – Richard Hell & The Voidoids

Solo una palabra puede definir su sonido: abrasivo. Era único y demasiado fino para el punk, el brillo de su guitarra desentonaba sublimemente con la voz de Richard Hell y rellenaba un espacio tan complejo que solo alguien con un nivel de creatividad altísimo lo haría, tan desenfrenadamente.

Thurston Moore/Lee Ranaldo – Sonic Youth

No puedo separar a esta dupla de artistas pues siempre he visto a su trabajo como complementario. No se quien sea técnicamente mejor, ni a quien se le ocurran la particularidades sonoras que separan a Sonic Youth de otras bandas. Solo se que escuchar ambas guitarras entretejerse es hipnótico. El ruido nunca tuvo una concepción tan hermosa.

Jeff Buckley

Mejor conocido por su amplio rango vocal que por sus aptitudes en la guitarra, este genio y muerto prematuro, poseía la capacidad suficiente para generar sorpresa al momento de tocar. Su ingenio musical solo era avasallado por su emoción, tan real y pura como ya no se ha visto en mucho tiempo.

Sterling Morrison – Velvet Underground

La compañía perfecta para Lou Reed y su sonido trasgresor. Poder aterrizar ideas musicales que ocultaban las fantasías lunáticas de un genio no era tarea fácil y Sterling lo hace sin una falla. Por momentos, explosivo y a veces delicado y reflexivo, sus aportaciones eran justas y suficientes, nada sobraba.

Kevin Shields – My Bloody Valentine

Cuando parecía que ya nadie podría reinventar el acercamiento a la guitarra, llega este innovador con ideas pertenecientes a otro nivel de creatividad humana. Su técnica es tan simple pero a la vez tan compleja que por más que se ha intentado emular, pocos conocen la manera más certera de llegar a esa nube amorfa de pura distorsión y atmósfera".

Fuente: Light & Noise

3 comentarios:

  1. Saludos y gracias por la mención, sí de hecho creo que depende mucho de la prespectiva y el gusto del que uno vea su fascinación por el rock, si hablamos de guitarrista yo particularmente me quedo con Chuck Berry o Hendrix, otro que destaco es Tony Iommi y su gran aporte a los primero años de Black Sabbath, o la psicodélia de las cuerdas ácidas de Cream con Clapton, y ni que decir de Jimmy Page en los Yardbirds o en la inconfundible Led Zeppelin, pero bueno tambien hay que rescatar en los años posteriores lo que varios iluminados hicieron como el minimalismo o la estridencia engatuzante (y para muchos cuestionable e insoportable) de Kevin Shields en My Bloody Valentine, ddepende mucho de la forma como uno vea el rock y cual sea su inclinación personal, al igual que muchso también empecé a interesarme en aprender a tocar la guitarra, pero descubrí que tengo dedos inutiles y torpes para tocar als notas, salvo que tenga dedos de alien para que peuda llegar a la bendita nota FA, pero bueno fuera de ello siento cierta satisfacción de que de alguna manera desde mi modesto blog hago alguna labor para propagar y continuar el rescate del legado del rock clásico que lamentablemente percibo se está dejando atrás.

    Ssludos y que viva el rock!

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    1. Esta que es una interesante y enriquecedora opinión de alguien más tirado al rock clásico.

      El aporte externo es siempre bien recibido y ayuda a ampliar la visión de todos los que estamos envueltos en este mundo de sonidos y silencios.

      Sin duda alguna, los mosntruos de la era clásica del rock marcaron un antes y después en la ejecución de la guitarra, las comparaciones nunca dejaran de existir entre lo que se hacia antes y se hacia ahora, sin duda un buen tema seria escribir sobre noveles musicos que estan innovando en esta era.

      Saludos a Perú y que viva el rock!.

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  2. Esta que es una interesante y enriquecedora opinión de alguien más tirado al rock clásico.

    El aporte externo es siempre bien recibido y ayuda a ampliar la visión de todos los que estamos envueltos en este mundo de sonidos y silencios.

    Sin duda alguna, los mosntruos de la era clásica del rock marcaron un antes y después en la ejecución de la guitarra, las comparaciones nunca dejaran de existir entre lo que se hacia antes y se hacia ahora, sin duda un buen tema seria escribir sobre noveles musicos que estan innovando en esta era.

    Saludos a Perú y que viva el rock!.

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